Trucos para convivir con gatos

La asistencia de un veterinario es un servicio de primera necesidad para asegurarles una buena calidad de vida a nuestras mascotas. Sin importar si se trata de perros, gatos o aves, incluso animales como peces, tortugas, entre otros, se requiere de atención especializada. Sin embargo, para una convivencia sana con estos seres, es preciso saber algunos trucos, como por ejemplo los concernientes para conocer a los extraordinarios y maravillosos mininos.

Quienes son amantes de los gatos, saben que son criaturas que, aunque son cariñosas, poseen un comportamiento que hay que saber entender, dado que se aleja en mucho de la conducta canina menos compleja. De tal manera, hemos querido traer algunos trucos que se deben conocer antes de adoptar un ejemplar cazador felino.

Aspectos del comportamiento felino que debes saber

Entender a tu minino es elemental para su desarrollo y salud integral. Por tal motivo, es indispensable comprender su comportamiento corporal, el cual está asociado con la posición y movimiento de sus orejas, ojos, expresión facial y fundamentalmente su postura corporal.

1. Comunicación no verbal. Estos peludos señalan su nivel de alerta o estado emocional con muestras alejadas de lo que conocemos como maullido. Son las orejas las que suelen dar pistas interesantes según su posición.

Pero, además, las pupilas dan claras señales de estar enfadados, con miedo o tranquilos. Fenómenos llamados midriasis y miosis indican que tanto temor o enojo, respectivamente, pueden tener. Conocer cómo las orejas y pupilas indican su humor, es vital.

2. Convivencia con sus pares. Es común ver como los gatos pueden llegar a ser entre sí grandes rivales, debido a las constantes riñas y peleas que ocasionan. Esto puede ser un comportamiento frecuente entre ellos.

Así que, si deseas tener más de un gato, recuerda que los motivos como el acceso a las hembras, conflictos territoriales, comida o bebida, así como los miedos, una madre que cría su camada o dolor durante juegos, pueden generar peleas constantes. Lo mejor es dejar sus espacios vitales para vivir por separado, si se trata de más de un felino en casa.

3. Controlar su agresividad. Los gatos suelen ser extremadamente miedosos y defensivos, por lo que sus reacciones suelen ser incontrolables y ofensivas. Su comportamiento desencadena emitir soplidos, dar golpes con las patas y huir. Si esto ocurre de forma habitual se debe manejar tal conducta con un veterinario de gatos.

4. Comportamiento destructores y pocos sociables. Sin duda se han ganado esa fama que, aunque no está lejos de la realidad, se puede modificar. Ante la actitud destructora debido al afilamiento continuo de sus garras, lo mejor es facilitarle trozos de maderas envueltas en alfombras y telas duras, colocados en forma vertical y horizontal. En cuanto a su poca sociabilidad nada como extensos tratamientos a base de caricias, lo que le dará placer para estar satisfecho y relajado.